domingo, 15 de diciembre de 2013

Emma's


En mi familia hay tres Emmas, mi ahijada, mi nieta yo misma.

Hoy te hablo a ti, fillola. 


Cuando estaba gestando a Xavi mi cuñada Lel, tu madre, descubrió que ella también estaba embarazada. Eramos dos enanas mentales, yo como tengo tres años más y era mi segundo embarazo pues le intenté hacer de "protectora". 

Las dos estábamos huérfanas, su mami, l'avia Maria, como sabes, murió cuando eran pequeños los tres hermanos y la mía estaba absolutamente ausente y lejos, muy lejos. 


Contra viento y marea, nos aliamos para seguir adelante con nuestros fetillos, incluyendo tu gestación, tu vida, tu futuro que ahora es tu presente. Compartimos casa, vivencias, temores, esperanza, alegría, ilusión, conflictos, dudas... Pili nos ayudó conteniendo la "fiereza" del avi Ramon. Mon colaboro con su complicidad. (Gracias)

Nació tu primo y tu madre le ponía encima de su barriga, en la que estabas creciendo tu, con delicadeza... Fueron unos meses muy intensos en los que nos unimos con un lazo indestructible, tan flexible que puede haber una distancia, a todos los niveles y de tantos km como si estuviéramos a años luz, y la unión sigue intacta. (Ojala os hubiera hecho una foto cuando tu necesitabas coger el dedo de ella para quedarte dormida).

Tal vez a ti te parezca que todo se ha roto, puede ser que tu hayas cortado. Para mi existe desde el punto en que te quiero, te sigo queriendo... y a tu madre también. Tengo la fortuna de que me caben muchas personas en el querer. Jamás he hecho escoger.  

El dolor de las heridas emotivas puede enquistarse en el alma y la dureza de las relaciones conflictivas lo activa todo, sin querer evitarlo (esta frase es de mi padre). Si algo he aprendido en la vida es que de los corazones más afligidos puede salir la sonrisa más dulce... y también la más amarga. 

Las circunstancias y las decisiones han hecho que llevemos muchos años sin vernos, demasiados, aún ni he podido conocer a tu hija. (Estoy deseando que me permitas hacerlo).

Siento que en la vida hay un tope para la desilusión, el dolor y la tristeza. Yo ya he cruzado el umbral y ahora mi corazón vive de la esperanza, de la ternura, del amor, de los te quieros en presente y en presencia, con mi mejor sonrisa, con alguna lágrima.  

Gracias por el leve acercamiento cuando murió Xavi, gracias por levantar una miaja la cortina de tu aislamiento. Yo sigo aquí, esperándote, dispuesta a darnos ese abrazo que tenemos pendiente hace mucho, especialmente el de hace dos años y medio. Confías en mi?


Emma... simplemente te quiero y punto pelota.


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