lunes, 1 de abril de 2024

enfoque

A veces pasa que nos enfocamos en un punto, por ejemplo yo ahora aquí, en mi rincón de pensar. Que es un punto muy atractivo, muy intenso y entonces se nos puede olvidar ver todo, todo el conjunto. A mi me encanta el mar, me encanta, me da vida, me da paz, me reconecta.

Pero, claro, estoy aquí enfocada directamente al rincón y ni sé, sobre todo cuando hay olas como hoy... pero estoy de espaldas al sol (para empezar), y luego ahora me he girado y digo "madre mía... tengo aquí un pedazo de mar, enorme, inmenso, un pedazo de cielo azul espectacular"... 

Pero estoy aquí, aquí, con la mirada y la atención y... y todo, aquí en el rincón. En ver como rompen las olas contra la piedra, en ver la cueva que hay debajo de la piedra. Que es intenso, precioso y llamativo, pero claro, está bien mirarlo un ratito pero igual ahora, que me gire, que me dé el sol y que vea el resto.

Se me acaba de ocurrir que igual es una buena idea para una entrada de mi blog, es interesante darse cuenta de eso. Es como con las heridas, como con las cosas un poco chungas que bueno, que si, que está bien, que hay que prestar atención... hay que poner tiritas si hace falta, desinfectar, cortar por lo sano.

Pero una luego se gira un poquito, lo ve desde otra perspectiva y en este caso por ejemplo puedo seguir escuchando sin tener mi cuerpo, mi mirada y mi mente enfocados sólo a eso... Efectivamente, solamente me he girado un poco, veo todo el mar, me da el sol en la cara y sigo escuchando las olas como rompen en las piedras. 

Reflexión del día de hoy, 22 de enero de 2024: Girando un cuarto de vuelta ya ha cambiado el sonido, la vista, la percepción. Con una amplitud y con, bueno, con otra historia. 

Es que caminando cuanto, 20 pasos? ya es otro paisaje, así, así es la vida. En el caminito nos encontraremos, aunque a veces también está bien quedarse parada, observar, respirar, entender, aceptar... y... cuando sea el momento, sin prisa pero sin pausa, pues eso, darse un cuartito de vuelta, media vuelta, tres cuartos de vuelta...  lo que convenga según la posición. Y empezar a dar pasitos cuando el alma, el corazón y la mente nos lo pidan, así.

De hecho viene siendo como cuando decimos de alguien que le faltan un par de vueltas de microondas, al final es un poco así también, que, que en el movimiento, que el movimiento se demuestra andando (ni sé cual sería la frase)... pero va por ahí. Qué maravilla poder moverse, qué maravilla seguir "aquí", mientras estemos aquí pues hay que... vivir.

También es verdad que para llegar al "rincón" tengo que, por ejemplo hoy, pues poner gasolina, conducir hasta aquí, tener tiempo suficiente como para el viaje de ida, el de vuelta y poder estar un rato. Eso forma parte también del "perquè de tot plegat".

(todo lo anterior me lo grabé a mi misma hace más de dos meses, hoy he recuperado los audios y lo he transcrito tal cual, sin más ni menos). 

Es bien?