martes, 30 de julio de 2019

desactivar

Acabo de entrar en la configuración de chat de messenger y he clicado: "desactivar estado activo". Mola!. Es una miaja lo que estoy haciendo estos días, en plan recuperarme desactivando. 

Hace muchimil años, allá por el verano del 91, tuve la suerte de asistir (muy bien acompañada) al que fue mi bautizo en temas y terapias "alternativas". 

En ese caso era un intensivo de técnicas de respiración consciente. Fue como un despertar en el que confirmé que, o bien mi locura era leve, o había muchos más locatis en el mundo mundial.

De pronto aquellas cosas que intuía, sentía, pensaba, veía (e incluso aplicaba) tenían sentido!. Al menos entre esas personas humanas que mostraban la misma inquietud y ganas de aprender y entender que yo misma. Y ahí estábamos, con nuestras inquietudes, nuestra mejor disposición y la mente y los sentidos abiertos.

Me sentía como una niña que aprendía las primeras letras, qué sensación más estupenda. Algunas cosas me resonaban en plan: ala, eso ya lo sabía!. Y en otras me quedaba con la boca abierta. Resultó ser una experiencia muy enriquecedora en la que la convivencia, las clases y las actividades fueron muy "es bien". Muchas gracias profes y compis.

Pues bien, tras la semana de retiro, nos pusieron "deberes" en plan llenar la casa de post-its, para hacer afirmaciones y mi consigna era "yo, Emma, aprendo a vivir desde la calma" (o algo parecido). Y es que, aquí donde me veis/leéis, tengo una naturaleza pelín impulsiva y conviene practicar lo que yo llamo respirar. Sin reprimir, sólo aquello de contar hasta 10 antes de soltar alguna grosería y/o actuar sin pensar. 

Muy adecuado el libro "El silenci" (gracias Martona) 














martes, 23 de julio de 2019

romper

Las rupturas suelen ser chungas, aunque sean por decisión propia. Los finales duelen, es por ello que conviene elaborar un duelo. 

Los duelos sirven tanto para superar la muerte de un ser muy querido (como todos sabemos) como para todo tipo de pérdidas: laborales, sentimentales, vivienda, amigos, salud, economía... 

En el proceso se agolpan las imágenes y los recuerdos, puede dar miedo olvidar lo bueno y/o recordar en exceso lo malo (y viceversa). Hacemos balance, consciente e inconsciente, de nuestra percepción de lo vivido, de todo el tiempo que hemos compartido con esa persona (o situación o cosa).

Las emociones se rebelan pidiendo protagonismo, como en una carrera de obstáculos a ver quien es la más ágil. Se mezclan ideas, sentimientos y sensaciones físicas como en una noria inacabable. Uff, menudo mareo!. 

Qué hacer? Saltar al vacío, ir frenando las vueltas, disfrutar de las vistas??. Sea como fuere ese efecto de tripas revueltas va dando por saco, para recordar que conviene gestionar, porque mirar hacia otro lado sólo sirve para despistar.

Se trata de coger aire, respirar profundamente y... dejar salir: La rabia, el dolor, la tristeza, el cabreo, la añoranza, el sentimiento de fracaso, la desilusión, el nunca más, los porqués. 

Romper es una buena definición (a ratos me siento rota). Ahora se trata de tener paciencia, una vez más, e ir limpiando todas esas sensaciones que invaden mi ser. Aún teniendo la decisión clara, me jode. Paso de pensar que podría haber funcionado a preguntarme para qué lo seguía intentando.

En un mar de sonrisas y lágrimas ando, como en la famosa peli de toda la vida. En fin, que se acabó el recreo y que el refugio ahora mismo ni sé ande andará. Me apetece acabar hoy como cuando los niños del film cantan "adiós".

"I flit, I float, I fleetly flee, I fly"... es bien?







miércoles, 17 de julio de 2019

negar

Hay personas que, sin querer evitarlo, te niegan el pan y la sal. Te apartan en los momentos más interesantes, cuando podríamos admirarlos y, de paso, colocarnos (todos) en nuestro sitio.

(Escribo esto en un papelajo mientras espero turno en la ITV). Como ya sabéis tengo el alma también en revisión, junto al corazón y las entretelas.

A menudo confundimos los criterios de importancia, las prioridades lo llamamos. Por supuesto que cada cual tendrá (o tiene) su propia escala de valores, faltaría más. El conflicto aparece cuando lo que para el otro es fundamental para tí es peccata minuta, y viceversa.

Quiere ello decir que debemos todos pensar y sentir igual? Pues para nada. En las diferentes formas y maneras, en la diversidad, está el aprendizaje y el enriquecimiento personal (y del mundo mundial).

A veces podemos tener la sensación de ser de la misma tribu, pero luego en la distancia corta comprobamos que nada más lejos de la realidad, incluso puede haber rivalidad, es decir, que tal vez podemos ser hasta de tribus enemigas. 

Quizá veamos que ni siquiera parecemos del mismo planeta, ni miaja, casi ni vecinos de galaxia. 

En el mío son imprescindibles la sinceridad, ser generosos, la honestidad, los abrazos, la ironía, los cafés, las risas, la complicidad, el tiempo que nos regalamos... y alguna que otra birra (o copita de cava). 

En el tuyo?

Observar a otros terrícolas siempre es interesante. Todo y todos los que ayudéis a sacar, y utilizar,  la mejor versión de nosotros mismos seáis bienvenidos a mi pequeño gran universo. El resto, ya sabéis, lo vamos viendo!.

Es bien un chapuzón?. Ay, calla, que sigo sin piscina! Mejor un paseo.














sábado, 13 de julio de 2019

ternura

Lo más tierno suele ir protegido por corazas, envolturas potentes o pinchos, por puro instinto de conservación. A veces esas protecciones se fisuran y por las grietas se cuela la dureza, alterando el estado natural de la ternura.

Se lleva mucho la fuerza, porque mostrar fragilidad es como desnudarnos en público. Hasta aquí vale, el problema es cuando los escudos se convierten en protagonistas y se vuelven dictadores ante la sensibilidad. En plan menospreciar las muestras de delicadeza impregnando-las de aparente inutilidad. 

Señoras y señores, ser adulto consiste en otra cosa (a mi entender). Sin ir de blandengues ni mostrar nuestras vulnerabilidades a cualquiera, pero imperando y apostando por la humanización de las personas humanas.

Estamos tan saturados de info de hechos muy chungos que nos volvemos como pedernales. Es genial ser fuertes, constantes, valientes. Esforzarnos por lo y los que valen la pena. Es bien sacar nuestra mejor versión para mejorar y colaborar en las mejoras (propias y ajenas). 

Pero vale ya de tanta memez, seamos como somos y sigamos respetando a los iguales, a los diferentes, a los reguleros e incluso a los de andar por casa. Siempre y cuando ellos nos respeten a nosotros, sino, ya se sabe... aire!.

Toda esta perorata ha salido a raíz de una conversación con mi hermana, en la que me ha recordado mi propia esencia tierna de cuando era chiquis (gracias hermanuca). En el fondo sigo manteniendo esa chiquilla alegre y confiada, generosa y vital, ahí reside parte de mi fortaleza. 

Escribo esto mientras escucho "volver a comenzar" (Luz Casal) y me viene al pelo con mi situación actual, en la que va ganando la desilusión y me planteo sacar todo eso que duele, para volver a empezar (una vez más). 
"Y si gana la derrota habrá que volver a empezar... "

(ilustraciones by @muxotepotolobat)





miércoles, 10 de julio de 2019

decepción

Os habéis preguntado cuántas veces decepcionamos?. Y cuánto nos decepcionan?. 

De vez en cuando ocurre ese desencanto que convierte en indiferencia aquello que nos interesaba/motivaba. Puede ser simple aburrimiento, pero a menudo intervienen las falsas expectativas, los miedos, las exigencias, los egos... Factores humanos poco humanizados. 

La interacción entre individuos de la misma especie parece simple, pero nos encanta complicarla. Desencanto, tristeza, apatía, rutina, egoísmo, exceso de confianza (entre otras lindezas) pueden destruir cualquier relación aparentemente sólida.


Qué hacer? Existen varias opciones, obviamente, desde reinventar para recomenzar hasta desistir, pasando por posibles pactos, cesiones, concesiones, tiempo muerto, negociación o simplemente santa paciencia. Llega un punto en el que, de pronto, algo hace clic y se produce un crack en nuestro yo más interno... cambiándose-nos la visión (y la perspectiva).

Cada cual funciona como puede y quiere, las dudas pueden surgir antes, durante y/o después de las decepciones que nos llevan a tomar decisiones. Todo ello es aplicable tanto a tratos laborales como familiares, amicales o parejísticos. En mi caso, aquí y ahora, hay una miaja de casi todo ello. 

Triste, muy mucho. Duele, requiere un nuevo duelo. Reaparece la sensación de fracaso aderezada con briznas de inutilidad frustrante. Acostumbramos a fijarnos, casi siempre, en aquellos a los que parece que todo vaya bien y lo comparamos con nuestros vaivenes inacabables. Limitante y agotador, uff!!

Quisiera ser una persona diferente? A ratos sí, tener y haber tenido una vida más sencilla, sin tantos altibajos, sin esos toboganes que cortan la respiración (del susto en las bajadas y del esfuerzo en las subidas). Lo jodido siempre son los daños colaterales. 

Ser intensa me está resultando muy caro, tal vez baje la potencia que ya tengo una edad y me joden los sobresaltos. Pero hay asuntos propios innegociables, principios éticos que difícilmente compensan ciertos sinsabores. Ay señor!. Es que después de sobrevivir, cuando se vuelve al mundo se hace a fondo. 

Supongo que todo pasa por aceptar la fragilidad y temporalidad de la existencia. Y hasta aquí os puedo contar, manteneros atentos a las siguientes entregas en las que se irán revelando los resultados de las pesquisas. 
Es bien?... Lo vamos viendo! (nunca se sabe)