viernes, 30 de enero de 2015

sistema

Que echamos de menos a nuestros muertos es obvio. Que nos duele perderles, también. Nuestra sociedad tolera, más o menos, que estemos en proceso de duelo (en la mayoría de los casos) siempre y cuando lo manifestemos poco y discretamente, que "normalicemos" la situación lo antes posible. Es como que volviendo rápidamente a la actividad preocupamos menos al entorno.

Sea como fuere lo que hoy ocupa mis pensamientos es otro tipo de pérdida, por ejemplo cuando perdemos relaciones que nos llenan, que nos alegran la vida, que nos enriquecen, que aparentemente suman y, de golpe y porrazo, se esfuman. De pronto te das cuenta de que aquella persona con la que compartías una serie de cosas ha desaparecido del mapa.

A veces es paulatino y lo notas, aunque sea sin querer evitarlo. En ocasiones las interferencias elevan barreras insalvables. Todo es temporal, ya se sabe. 

Hay personas que, según me voy recuperando a mi misma, reaparecen y otras que todo lo contrario. 

Nos dejamos llevar por la desidia, por el ajetreo, por quedarnos en la estúpida zona de confort inconfortable, porque seguimos sin aplicar que el día de mañana tal vez sea inexistente. Y se nos diluyen los afectos, las risas, los abrazos, los buenos ratos, las ilusiones, las conversaciones interesantes, las triviales... De momento incluso hay quien me "acusa" de estar dispersa y flojita, además de envejecida (hay amores que matan).

Soy una persona rica en capital humano, esta mañana he pasado un rato muy agradable con una buena amiga, al sol. Esta noche me acompaña otra, en casa. Es verdad verdadera que estoy conociendo más personal... y lo agradezco. Todo ello es gratificante, más en siendo amistosa me fastidia la ausencia de aquellos que se van sin irse... y peor aún los que se quedan sin estar.


Es como un "vivo sin vivir en mí". Te dicen que te quieren, que te van a llamar, que les interesa lo que haces e incluso alguno asegura que está en ello... Y las pocas veces que llegan a conectar notas que la conexión está desconectada. Con lo facilito que puede ser, estos chicos! 

Últimamente veo vídeos de conferencias de señores que nos dicen que todo es estar bien con una misma, quererse, cuidarse, aceptarse, y tal y cual... está genial! (Al igual algún día aprendo). 

De mientras me mola mirar a los ojos y sentir aquel calorcito vital en las miradas limpias. Voluntarios?




lunes, 19 de enero de 2015

rebelde

Hoy estoy rebelde, de andar por casa, pero rebelde.

Sirve para algo? Ni idea, a veces el día a día me resulta pesado y una miaja cansino. Hay que tirar palante, sí, y en ello llevo mil años. Quiero pensar que sigue siendo la luz invernal que nunca me ha molado, el caso y la cosa es que ahora mismo estoy en mi escritorio, al sol que entra por mi ventana y ni por esas.

Me enfado conmigo misma porque de pronto me altera algo que debería estar más que superado, al igual es sólo la punta del iceberg y necesito otro par de siglos para aprender a ser mayor. Y es que cuando intuyo deslealtad me llevan los demonios. Anoche se me desató la desazón y me salió (suave) la bruja que llevo dentro, lo siento, a veces ella también reclama su papel de figurante, o incluso de secundaria

O tal vez es que aunque el duelo lo lleve "bien" sigue pesando en exceso la muerte de Xavi, tanto que me dan ganas de mandar al carajo al mundo entero, o a casi todo el personal. Salir corriendo? Y ande puñetes voy? Huir mola siempre que sea hacia adelante, lo otro es de cobardes y una tiene su punto de rebeldía pero de cobarde ni pizca, mire usté.


Una solución quiero! Andar haciendo de matriarca eterna es un auténtico coñazo, quiero alguien me me apoye un ratito, aunque parezca mentira yo también tengo mi corazoncito que pide un igual, es decir algún alguien para cogernos de la mano y recorrer un pedazo de camino vital. Compartir, acompañar, caminar, avanzar y/o hacer un alto para recuperar energía. 

Acabo de tener una conversación intimista con mi nieta. 
Gracias por confiar en mi y devolverme una chispa de autoestima.


(Empecé a escribir antes de comer, luego vino la paella, jugar al juego de mesa que trajeron los Reyes, tener en brazos a Gorka... todo ello ha contribuido a relajarme, reírme, disfrutar de una buena jornada familiar y acallar el runrún interno que descalienta mi alma. Mañana más... )

miércoles, 14 de enero de 2015

dispersión

Martes y 13. Después de la cosa navideña hay que encarar lo que cuesta enero, con su frío, con sus días cortos, con su resaca de jugar a ser felices, habiendo dulcificado el tema con abundancia de dulces, todo bien acompañado con porciones de diferentes bichos muertos y todo ello regadito con cava pa bajar la manduca y engañar a la tristeza. (En siendo ñoñica me gusta la navideñez, el problema es que hay demasiadas sillas vacías). 

Y ahí es cuando me da por hibernar, por replantearme "qué habré hecho yo en esta vida para merecer esto" entonces llegan las dudas, esas tan crueles que te hacen temblar las carnes sobrantes. Me dan ganas de salir corriendo y/o tener una casa con chimenea para dedicarme a la poesía, es decir leer, tejer, dormir, volver a los sudokus, mirar por la ventana... o algo similar.

Vale la pena seguir con los proyectos hilvanados el año pasado? Hay que reforzarlos con vainica doble? Lo estoy haciendo medio bien? De ande saco las fuerzas? Y la motivación? Tengo que centrarme, maldita dispersión!! 

Ayer mismo, sin ir más lejos, me rallé tanto dándole al coco por algo que pasó por la tarde... que estuve a punto de tirar la toalla e incluso el toallero. (Es que a veces, cada vez menos, le doy muchas vueltas al tarro). Se pueden dar varios "fallos", pecar por exceso o por defecto. O nos pasamos o ni llegamos. Claro que una buena parte depende de las expectativas y del talante.

Tener buena voluntad y ser voluntarios voluntariosos puede confundir y/o confundirnos. Hace falta un mínimo de disciplina y un mucho de coherencia, organización, compromiso, generosidad... y sobretodo comunicación. 

Al comunicarnos exponemos nuestra visión y objetivos permitiendo que los otros hagan lo propio, de esta forma se evitan los malentendidos, sisi, aquello de las interpretaciones, porque cada uno lo vemos a nuestra manera, se trata de ampliar la visión y mirar desde más ángulos. Amplitud de miras, lo llaman algunos.


Sea como fuere hoy ha salido el sol y me he recargado una miaja con un largo paseo por el campo con mi hija y nuestra perruchina.



(Miércoles 14, esta mañana soleada hemos estado de recados, callejeando, con mis chicas y bebé... hoy vuelvo a sonreír aunque sea tímidamente. Gracias mozuelas).

lunes, 5 de enero de 2015

reset

La cosa navideña se acaba, todo es temporal, aún nos queda la cosa real... en siendo buena matriarca tengo, como en Nochebuena, uno o dos paquetitos por cabeza... q vienen siendo muchos porque somos una mafia grande, a pesar de las bajas.

Mañana por la noche pasarán sus majestades por nuestro sofá, dejando una pizca de ganas de levantarnos el día 6, aunque sea para el roscón y el chocolate caliente. He puesto en ello ilusión, esfuerzo, euros... (consumismo?). 

Entonces por qué narices tengo ahora mismo esta sensación como de desazón? Supongo que sufro un ataque de añoranza extrema, he envuelto un poco de carbón de azúcar y... he puesto su nombre (seré ingenua)! 

Aguanto o me entrego a las lágrimas? Me enfado con el mundo o me reconcilio con la vida? Me da tanta pereza estar mal como sacar fuerzas de flaqueza para estar bien. Es decir que estoy regulera, ni bien ni mal sino todo lo contrario.

Intento huir de lo superficial y llenar de contenido mis actos y acciones, incluyendo permitirme descansar. Recuperar la conciencia después del letargo emocional es un golpetazo de narices con la realidad... y duele. Es un dolor diferente al del duelo.


Toca hacer un reset, formateando para instalar programas muchomasmejores.

De momento he visto una peli con mi hija, haciendo punto, y ahora voy a jugar un poco a estos juegos sencillos de fb, mientras escucho a Sabina... eso hasta que me entre una miaja de sueño... mañana será otro día!.