lunes, 22 de enero de 2024

sencillamente

Sencillamente se acaba un año y parece obligado hacer recuento, propósitos de enmienda, buenos deseos... como si el cambio de número llevara o llevase implícito una mejora en nuestras costumbres.

(Debe ser que recontar se me hizo bola... he tardado 15 días en retomar la escribidación)

Como os iba diciendo lo de hacer balance es como muy humano. Lo más difícil viene siendo ajustar las cuentas con nuestra propia persona. A mi, de vez en cuando, me resuenan canciones mientras voy caminando. A vosotr@s también? Pues hace poco iba yo hacia el trabajo (sigo currando) y canturreaba aquella de "vamos a contar mentiras, tralará... ".

Asociación de ideas con lo que nos contamos en Nochevieja?. Quiero pensar que nada más lejos, pero ahí lo dejo. 

En mi caso y en mi casa la realidad real es que estoy economizando, en sentido literal, en muchos ámbitos de mi cotidianeidad. Incluyendo gentes. A mi padre le gustaban las personas hormiguitas. En ello estoy, papi (nunca es tarde). Es bien?

Me sigue faltando la chimenea, tan deseada, pero todo se andará. Este invierno ya está avanzando, incluso hay una miaja más de horas de luz solar. Resistiré hasta que llegue el fuego añorado. De momento sillón, manta y Pepe (mi gato) reconfortan mis ratos de descanso. 

Quizá, como dice la canción, hay que salir del campamento para espabilar. Aunque sea para dar un garbeo y luego volver al refugio. 

Pues bien, volviendo a la mentiración, nos mentimos a nosotr@s mism@s con las falsas expectativas? Por ejemplo cuando creemos que proyectamos confianza y parece que personas (cercanas) nos perciben como "la vecina del quinto". Es pelín decepcionante, una se pierde en la reflexión de si es cosa suya, mía o nuestra...

Sea como fuere aquí estoy, sin más, sin menos. 
Lo vamos viendo


(imagen by @muxotepotolobat)