domingo, 12 de septiembre de 2021

díatonto

Me he quedao planchá... así empieza la canción "día tonto" de Pastora. 

Hoy tengo un día de esos majaderos, sin ganas de salir ni de hablar con nadie, procesando, una vez más, la muerte de una persona cercana. Agradeciendo tanta vida compartida.

Has muerto, Nati, amigas desde hace 40 años. Una maestra para mí. Coincidimos en un momento especial, ambas embarazadas, sin nuestras madres a mano. Fue ese un año muy prolífico en el que tanto mi hermana como mi cuñada como algunas amigas estábamos gestando a la vez. Casi todas esperaban el primero, tú el segundo y yo, aún siendo de las más jóvenes, iba ya por el tercero.

Ahora se habla mucho, y para bien, de los círculos de mujeres. Nosotras ya lo teníamos, a nuestra manera. Albergar un nuevo ser es una experiencia extraña y mágica en la cual salen a flote la fragilidad, la ilusión, nuestros miedos... Nos sentimos vulnerables al tiempo que tan fuertes como para conseguir que un ser humano llegue a ser viable.

Pues así mismamente nos conocimos, en plena creación. Luego llegó tu tercer hijo y compartimos muchas tardes de juegos con los seis churumbeles. Recuerdo el trenecito de velas para los cumples, en el que añadías un vagón según iban creciendo.

Sobre todo te admiro por tu fuerza, tu coherencia, tu humildad, tu sabiduría, tu coraje, tu paciencia y tu capacidad de estar en mil proyectos. Gracias, muchas gracias por enseñarme a tratar con total naturalidad a todas las personas, sean cuales fueren sus capacidades. Es muy bien. 

Si pienso en ti me sale una sonrisa del corazón, al tiempo que otra arruga en el alma. Últimamente nos vimos poco, cuánto lo siento. Parece mentira que se me olvide la temporalidad y lo efímeros que somos. Ya sabes, la vida nos empuja hacia adelante y se nos va el santo al cielo (nunca mejor dicho).

Te quiero, te echaré de menos. Un abrazo enorme, persona bonita.



lunes, 6 de septiembre de 2021

minivacaciones

Vacaciones de verano para mí... Os acordáis de la canción? Es viejales (como yo), la bailábamos en los guateques y las fiestas del pueblo. Qué tiempos!

Este año he disfrutado de unas mini-vacaciones haciendo turismo de proximidad, tan ricamente. Irme más lejos y más días también me apetecía, la verdad. Ahora mismo es lo que hay (ya es mucho más que el año pasado). Es bien.

Ya casi casi se acaba el recreo, los días son pelín más cortos, hemos tenido lluvias, ha vuelto a salir el sol... algo ha cambiado y parece que septiembre nos aleje de la cosa estival. Aunque en realidad es un buen momento para pasear por la playa, tomar alguna caña y seguir caminando con sandalias, eso sí, echando al bolso una rebequita (y/o un paraguas).


Cómo vais llevando vosotros la cosa veraniega?. Andamos una miaja desconectados?. 

Vuelve también la añoranza de otros estíos, sin tristeza, con esas cosquillitas en el corazón. Qué bueno fue compartir tanta vida con los que ahora (imaginamos) nos miran desde "arriba". Cuantos recuerdos!

La mini-pisci de los peques, las partidas de dominó aderezadas con mosquitos, los mojitos de mi padre (insuperables). 

Las lagartijas, los murciélagos, las ardillas, alguna culebra, el burro de la finca de al lado (tranqui tío Federico, me refiero a Jeremías). Los prados con sus vacas, el río con su agüita cristalina y helada. Las caminatas con los amigos...

Sí, os hablo de los veranos en La Adrada, de chiquis y de joven.

Imaginaos mi despiste, hace poco fui consciente de que los puentes romanos del Valle del Tiétar los habían construido: los romanos!. En casa aún se ríen de mí. Yo, que vivo en Tarraco desde hace mil años y me encanta la parte romana, ya te digo!. 

Una pizca de humor. 


Por ello, por ellos, por vosotros, por nosotros y por mí misma sigo aquí, celebrando seguir viva.