lunes, 11 de agosto de 2014

soltar

Estoy en pleno proceso de cambio radical y profundo. Me recomiendan soltar, limpiar y aceptar. Visto así puede significar desde soltarme el pelo (como me decía mi abuela) hasta quitar el polvo y soportar incluso los mosquitos. Digo yo que las aplicaciones a tales palabros serán muy otras. 


Soltar: por ejemplo lastre, léase liberarse de personas, situaciones, apegos, costumbres y/o cosas que frenan el avance en-lenteciendo-lo






Limpiar, pos 3/4 de lo mismo, aire a todo aquello que ensucie, empobrezca, dificulte, reste y/o cochine el camino.


Aceptar... bueno esto ya es harina de otro costal. Aprobar lo inaceptable? Convertirnos en seres mega-estupendos capaces de tolerar la estupidez sin alterarnos? O quizá sea aceptarnos nuestras propias limitaciones, aprender a pasar por alto lo que nos duele, ofende, molesta, incordia y/o jode??

En el caminito nos encontraremos. 

Cogiendo una por una las cosicas pendientes pues mira, parece que sí se puede. El tema es que suelen ser muchimil los asuntos acumulados. Claro, primero el uno y después el dos... ya me lo sé! Y cuando crees que el quinto es algo aplazable va, se salta el turno y se coloca el primero. Es que hasta mis temas son ácratas y se saltan las normas a la torera. Yo ya les digo, tu quieto parao, que ya te tocará y ná tos ahí colándose... si egq.

Y claro yo ya tengo una edad, o dos. Me encanta el verano, pero estoy agobiaita de calor. Me gusta tener mi jardincillo pero hasta las flores tan achicharrás, como mi cerebro que creo que se ha reblandecido de la temperatura ambiente... o tal vez por falta de riego?.

Sin olvidar, claro está, como bien me recuerda mi hija (cuando hablo con otras madres dolientes)... mamá, a ti también se te ha muerto un hijo.



 Sabéis lo que os digo, que el que me acepte bien, que yo estoy en ello. 
Eso sí, desde el respeto y el cariño, porfi.


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