miércoles, 14 de mayo de 2014

despedida

Hoy, como bien acaba de recordar tu hermana Elena (en una nota en su fb) hace tres años de la última vez que te vimos con vida, Xavi.

Viniste a casa a desayunar, ibas camino de Almería a la Mtnez Oliver, charlamos un rato y te dije: espera! que despierto a los peques... es igual mamá si vuelvo en 15 días... estuvimos una miaja los cuatro juntos y cuando te ibas necesité abrazarte, quedarme con tu mirada alegre, tu ilusión, tu vitalidad, tu energía inacabable... 

Nunca pensamos que podía ser la despedida, siempre hay tiempo, siempre hay un "mañana más", celebraremos los cumples de los tetes, volveré estupendo... 

Y ya. Y hasta aquí. Añoranza, destemplanza, ausencia, recuerdos, silencios.

Los primeros días, después del 23, me obsesionaba olvidar tus ojos o el sonido de tu voz, tu risa contagiosa, tus payasadas, tu manera de llenar el espacio.

Hoy confirmo que te llevo en mi esencia como un tatuaje interno, con todo el color. Que todo lo que vivimos es nuestro y nadie puede arrebatárnoslo, ni la propia muerte, ni tres años, ni mil. 

Sigo sorprendiéndome con vosotros, hijucos, agradeciéndoos a todos que me escogierais como madre y a vuestros padres que me permitieran engendraros tal como sois. 


Alfonso, Xavi, Marc, Jaume, Elena... hoy también os quiero.

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