domingo, 6 de abril de 2014

clan

Anoche mi hijuca y yo tuvimos una de nuestras conversaciones nocturnas sobre cosas de vida y el tema estrella era el clan.

Nuestros clanes familia de origen están a "toporcu"... entre los madriles, Valladolid y La Adrada. El suyo se amplía a Manresa, por parte de padre.

Aquí tenemos uno de adopción mutua, es bien. 

Tal vez ni os hayáis dado cuenta pero en todas mis entradas intento huir de la palabra "no", es un reto personal, en este caso haré una honrosa excepción para incluir una frase de mi padre: ni si ni no sino todo lo contrario... 

Los humanoides somos tan limitados que pretendemos ser libres e independientes pero nos encanta formar parte de algún clan, incluso de varios. 


Es como si nos diera seguridad formar parte de... grupos familiares, amigos especiales, proyectos solidarios, jugadores de candy crush, cafeteros de a las 10 en el Fe...

Vamos de sobraos, pensamos que somos únicos y que podemos vivir a nuestra bola, pero nos encanta sentirnos incluidos a nivel grupal, que cuenten con nosotros, participar, compartir, acoplarnos a los eventos y salir en la foto.



Sabéis en que clan me gusta estar?: en el de la vida, en el de las personas sensibles que mostramos nuestros pensamientos sin anestesia, que sonreímos y lloramos sin prejuicios ni parafernalias, que nos emocionamos, nos enfadamos, nos ponemos de los nervios, nos alteramos, nos alegramos... la gente inteligente que usamos el coco para dialogar, los q discutimos para aprender a ver las cosas desde más puntos d vista, los q sabemos pedir perdón... aquellos para los q tener razón carece d importancia xq priorizamos la comprensión y entendemos que todos y nadie la tenemos.

Me gusta tener sangre en las venas, y más ahora q hace un año me quedé casi sin.

Hay un clan al que me encantaría poder renunciar... el de las madres en duelo por hijos... como ello es imposible aprovecho para enviar un abrazo enorme a todas las que pertenecemos a este club y lo amplío a padres, hermanos, abuelos, amigos, parejas... 



Ahora me vuelvo a la vida cotidiana y sigo haciendo de transportista de cajas, a ver si mañana conseguimos dormir ya en "la casita".


Portaos mal que es mucho más diver

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