miércoles, 10 de agosto de 2016

cocodrilos

Cinco días en Madrid (incluyendo una comida en La Adrada y una merienda/cena en Azuqueca) seguido de otros cinco en urgencias varias (Abu, Gorka, Elena... ) complementado con dos semanas de hospitalización de mi señora madre dan para mucho, incluso momentos tiernos aderezando las situaciones.

Hace poco dediqué esta canción a una buena amiga: "hasta luego cocodrilo... " sin acritud, desde mi niña interna herida, en modo sarcástico. Hoy sigo algo dolida aunque añado mi agradecimiento por todo lo compartido y lo que sigo aprendiendo.
Me pido gentes generosas y nobles para seguir mi camino, caminando cada uno a su paso. A ser posible amables y respetuosas al tiempo que vitales, sensibles y asequibles. De hecho ya cuento con muy buenos amigos/as que están enviándome fuerza y cariño especialmente ahora. Cómo bien dice uno de los mejores: la familia son las personas en tu vida que te quieren en la suya. (Acepto pulpo cuando sea menester??).

Una mañana de estas le hago una foto a la máquina de café del hospital (para sorpresa de los q me ven) y la utilizo para desear buen día desde mi muro de FB. Después de ello subo a la hab., tranquila, y asisto a una bronca madre/hija que me resulta muy familiar. La acompañante está muy cabreada y le dice a la mujer mayor que deje de quejarse tanto que siempre la recuerda en un quejío, desde que era pequeña, a lo que añade que su hermano ni ha llamado para preguntar... Jopeta la vida cómo nos pasa la mano por la cara!! Para sanar viejas heridas? Las escucho inevitablemente y compruebo, una vez más, cuanto dolor y frustración podemos acumular en nuestras relaciones, especialmente en las ancestrales. Lo cual me confirma algo que dice otra canción (estoy muy musical): "cada uno da lo que recibe, luego recibe lo que da... "

Pero ahora lo que me ocupa es acompañar a la madre que me parió en su proceso de enfermedades varias, resistencias y apegos. Su cuerpo tan frágil, su salud pendiente de un hilo y su amarre a la vida. Cuando se le arregla un desperfecto le sale otro en un largo suma y sigue. La vemos casi sin respirar, sin reaccionar, en un suspiro... y al cabo de un rato vuelve en sí y afirma que se quiere quedar "aquí"... mientras el cuerpo aguante?? El suyo y el mío!.

El caso y la cosa es que ambas, la mayoría del tiempo, estamos tranquilas. Contamos con mucha ayuda, especialmente de mis hijos (sus nietos) sobretodo de su favorito y también de mi nieta (su bisnieta). De vez en cuando pregunta por mis hermanos y por el peque. A Gorka le llevamos los ratos que ella está mejor y le hace cosquillas en los pies. Pero qué bonico es :) 

Vivir todo esto es verano sin playa, pero también es un regalo de vida ser capaces de llevarlo con dignidad, generosidad y mucha paciencia. Anoche la enfermera me decía si ya le he dado permiso... pos va a ser que sí, por supuesto, de la misma forma que la ayudo y respeto para que siga su proceso y su ritmo. La reflexión sigue siendo aceptar la temporalidad de estar vivos... al tiempo que la de la situación actual.


Ya os lo iré contando, porque cuidarme como cuidadora 
me dice que desconecte una miaja, que ya vale por hoy.



2 comentarios:

  1. Rosa Maria (rogoto)10 de agosto de 2016, 23:59

    Mots ànims Emma! A seguit lluitant que la vida és això, contínuament, i tu ho saps com ningú; si no són naps, són cols... Una abraçada.

    ResponderEliminar