martes, 16 de agosto de 2016

brujilla

20 días de hospital, verano peculiar de mucho aprendizaje. Me dice mi brujilla favorita que me nota cansada, guardándome cosas en el corazón... que me deje llevar. 

Ciertamente estaba como en estado de alerta porque los apegos y los miedos hacen que llevemos tiempo, con mi madre, entre la vida y la muerte en una montaña rusa cíclica. Sabemos que somos mortales, que la frontera es un hilo invisible. Lo complicado es estar saltando a la comba probando resistencias.

Mi hermana me pregunta si tengo miedo: ningunito, ni a que aguante ni a que se muera. Sobrevivir a Xavi da un plus antimiedo porque exige vivir con mucha valentía. 

Lo que si empiezo a estar es hasta el mismi porque es el cuento de nunca acabar y por mucha bondad, paciencia y generosidad que tenga esto ya viene siendo una miaja cansino.

La mujer mayor nos salió rebelde (ya sé a quien me parezco) y por mucho que relea Haru, hable con mis personas amigas y/o eche mano de lo aprendido también tengo mi corazoncito y os confieso que da signos de agotamiento.

El miércoles pasado, cuando habíamos superado nuevamente los momentos críticos y el médico confirmó que aún debía seguir hospitalizada, al menos otra semana, se me cayó encima todo el estrés y perdí por un rato largo mis buenos propósitos. 

Quiero a mi madre, le agradezco la vida tanto como a mi padre, la cuido con sumo cariño, respeto su proceso con comprensión, intento minimizar, aprovecho para pacificar nuestra relación... simplemente hice plof. 

Tal vez ni soy tan buena ni tan ilimitada, sólo soy una persona!.

Como cuidadora oficial me cuido y acepto hacer turnos, con la ayuda de "los míos". El jueves pasado, cuando iba hacia el hospi tuve la sensación como de ir a trabajar, cantando por la calle verde es la flor... (emotiva canción de nuestros amigos Delafé) Cuando vi que su brazo derecho seguía con flebitis y que el izquierdo era un puro colador "pedí" que dejaran de martirizarla y le quitaran la vía (pasando a medicación oral). Sufrir gratis me resulta innecesario. 

Os podéis creer que sacar un poquico de genio me devolvió mi fuerza? Pozi.

El viernes iba caminando hacia mi turno y la canción Why worry sonaba en mi coco según me iba acercando al Pius, so why worry now (¿por qué preocuparse ahora?)..Hoy, lunes 15/8/16, a las 00:00 vuelvo a estar casi tranquila, si bien es verdad que verla mejor y mis miniescapadas con amigos y family favorecen mi esbozo de sonrisa. Eso y mi labor de punto de cruz para Gorka, sin duda :)

Esta mañana mi canción era una especial: X de Elena Volpini, la conocéis? 





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