sábado, 30 de abril de 2016

GAM

En varias de mis entradas os he hablado del proyecto "Acompanya'm". Hoy vuelvo a hacerlo, con vuestro permiso.

Los G. A. M. (grupos de ayuda mutua) se inventaron hace décadas como recurso complementario para diferentes colectivos. Se trata de compartir vivencias parecidas para encontrar el apoyo y la comprensión que nos permita superar el trance y seguir adelante con nuestras vidas... 

Es tanta la intensidad que comentar nuestros miedos y añoranzas con alguien que pueda comprendernos es ya en sí mismo facilitador.

Cuando murió mi hijo, Xavi, mi instinto me llevó a contactar con otras madres y padres que hubieran pasado por lo mismo. Hablé con los más cercanos y sentí que me faltaba un espacio más intimo y recogido para expresar tales emociones. Investigué y descubrí los famosos GAM que funcionan con muy buenos resultados en muchas zonas.

Aprovechando mi formación, información y experiencia, tanto profesional como personal, me dediqué a recabar más material sobre el tema. Cuando me vi capaz empecé a dar pasos, buscando tanto colaboradores como contenido y espacios. Gestando la idea hasta darle forma e incluso color. Y nos pusimos a ello...

Qué sucede? Pues que socialmente seguimos viviendo de espaldas a la muerte. La palabra duelo es tabú y el dolor se disfraza acumulándose hasta dañarnos las entrañas. La propuesta de proporcionar un entorno cálido en el que se practica la escucha activa y se comparten corazones rotos parece que cuesta de aceptar. Seguimos mirando hacia otro lado?. 

Algunas personas me comentan que lo pasan mal y/o que sienten desazón sin mejorar en su proceso. Y es que en una o dos sesiones de grupo (e incluso individuales) es inviable ni siquiera plantear si puede llegar a funcionar. Al principio abocamos tanta tristeza, recordando los momentos más duros, que salimos noqueados. Siento que si tenemos constancia y paciencia poco a poco podemos mejorar. Sigo creyendo en lo que ofrecemos y en nuestra honestidad.

Paralelamente nos vienen personas derivadas de instituciones, con la esperanza de que un enfoque más cercano sirva de ayuda en procesos enquistados. Un soplo de esperanza (gracias). Curiosamente vivimos un momento de incertidumbre, más o menos como está el mundo en general, en el que volver a empezar después del parón hivernal (por motivos personales) está costando más de lo deseado.

De momento quiero pensar que al menos nuestro grupo de mensajes de fb nos provoca una caricia en el alma al leernos entre nosotros, aunque la sonrisa sea arco iris y esté temporalmente envuelta en lágrimas. Saber que hay alguien al otro lado del teclado es esperanzador. 



Yo sigo aquí (espero y deseo que mis compis también) diseñando nuevos talleres abiertos a cualquiera que quiera trabajar emociones, sean estas del tipo que sean. Esperando vuestras propuestas para avanzar y acercarnos más, mutuamente. Confiando en ganar vuestra confianza y buscando la manera de llegar a interesaros.

Es que, señoras y señores... la muerte de nuestros seres queridos nos rompe el corazón y aceptar pequeñas tiritas a veces duele profundamente, pero anclarse en el sufrimiento es algo demoledor que afecta incluso al recuerdo de ellos, de los que ya nadie podrá robarnos.  


Dedico este escrito a Ion y Bega, en honor a vuestras madres. 
Hoy solo pienso en vosotros, amigos, 
y en que mañana será el primer "día de la madre" sin ellas. 

Os quiero, que lo sepáis. 

(Gracias Ion por todas nuestras conversaciones sobre Acompanya'm)





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