martes, 22 de diciembre de 2015

feliznavidad

Hace muchos años me dio por decir "feliz navidad" en cualquier época del año, como símbolo de "pues mira qué bien".

En realidad para mí estas fechas siguen teniendo sabor a papá, a familia. De jóvenes vivíamos lejos de "casa" y todos hacíamos un esfuerzo extra para compartir la Nochebuena, juntos.

Mi padre, el patriarca de la tribu, preparaba con tiempo los regalos y llenaba la despensa para ofrecernos lo mejor. Volvíamos loca a mi hermana llenando la casa de churumbeles... 
Visto así, con esa connotación de reagrupamiento del clan y lleno de generosidad, la cosa navideña es algo incluso tierno.

También existe la parte ñoña y mayoritariamente la consumista. La gente falsa y las obligaciones absurdas. Los sentimientos de plástico envasados al vacío y envueltos en cursilandia... todo ello carente de contenido. Aire!! 

Luego están las sillas vacias, como si el resto de los días estuvieran a tope. Mira, ahí si que me mosqueo una miaja, con perdón. Los que faltan, faltan... en Navidad y en juliembre. "A los que ya no están echaremos de menos... " pues claro, jopeta. "Y a ver si espabilamos los que estamos vivos... " los que seguimos estando brindaremos por la vida, sin trampa ni cartón. Sin memeces, con emoción y respeto, recordándolos con una enorme sonrisa agridulce, sacando fuerzas de flaqueza. Rememorando lo bien que lo pasábamos con ellos , permitiendo que se escape alguna lagrimilla rebelde. 

En nuestra casa compartimos la Nochebuena zampando (pozi, es lo que hay), con la ingenua ilusión efímera de que lleguen las 12, para ver si nos sorprende Papa Noël dejándonos aquel regalo que nunca es el que esperas... o que por ser el esperado deja de sorprenderte. Por supuesto que ahora los colores son más tenues, e incluso los cascabeles suenan más suaves (las pérdidas pesan).  

Cuando detrás de todo ello, en los días previos, hay diversos duendecillos encargándose de hacer listas para recordar todo y a todos, intentando que sea equitativo, proveyendo las provisiones con aquella pizca de picardia glotona... entonces la cosa navideña... sigue siendo bien.

Aprovecho para lanzar mis mejores deseos para todas las personas humanas del mundo mundial... incluso en Navidad! 

Mucha, mucha fuerza y caricias en el alma para los que os estrenáis en la ausencia física de alguien querido, sólo recordaros que (aunque sea jodido)... les llevamos en el corazón.

Dicho esto, se abre la veda de los multiwhats y mensajes varios en los llamados "medios sociales". 

Recomendaciones de usoHuir de todo y todos los que nos quieran vender humo, aunque éste esté presentado en el mejor estuche del mercado.
Contra-indicacionesLos trapicheos emocionales perjudican seriamente la salud mental.


Ojalá que nos vaya bonito, ah si:
FELIZ NAVIDAD!







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