viernes, 31 de julio de 2015

leyendo

Tengo la suerte de poder empezar mis días saboreando lectura, acompañada de mi café con leche matutino, con la labor de punto de cruz a mano por si la necesito. Ventaja de ser una parada sin trabajo de ese remunerado. 

Pues bien, el último libro que he leído aún me tiene emocionada perdida. Lo he ido degustando a pequeños sorbos, para respirar su intensidad. Habla de una forma de morir luminosa con suma delicadeza. Tanta que me hace amar a una criatura de otro planeta a través del relato de su vida y su muerte, nos lo regala su propia madre. Me acerca también (aún más) a los papis de Iraitz.

Uff... muchas gracias Elisabet Pedrosa, cuando describes la sonrisa y la mirada de tu hija Gina mi corazón se enternece (he vuelto a ver vuestro vídeo seguirem vivint... os envío un beso del alma).

Tiempo atrás leí con avidez los dos libros de otra gran persona y me sentí muy identificada con sus vivencias e incluso con mucha parte de su manera de expresarlas, Mercè Castro, cuando escuché una entrevista tuya me cautivaste y busqué información. Por fin alguien contaba el dolor de un gran duelo de forma cercana, contundente y suave. Qué afortunada y agradecida me siento de haberos encontrado!!.

Entre tanto también pasan por mis ojos otros relatos, por supuesto. Ayer mismo rescaté un regalo y ya lo he empezado "La gente bella no surge de la nada", gracias Carlos Garrido. Voy intercalando lecturas diversas para dar una tregua a mis neuronas y mi inteligencia emocional, que andan una miaja perjudicadas (será la edad o serán estos calores?).

Disfruté mucho leyéndote, primo Fede, "Las flores cierran en invierno" (pa cuando ese abrazote?). Me sorprendí con "Delfines de plata" qué suerte conocerte Félix García (en la feria del libro madrileña). Amé mi caos con "el mundo azul"... y mientras las gafas "del serca" me lo permitan seguiré con mis buenas costumbres lectoras.

Ahora mismo estoy escuchando nuevamente la canción "Gina" (deliciosa), me vuelvo a quedar muda, con las emociones a flor de piel. Recordando a mis muertos, sonriéndome y valorando cada minuto, con ganas de seguir compartiendo vida. Por ellos, por vosotros, por mi... seguiremos viviendo!


Quien se apunta a regalarme una pizca de ilusión?


2 comentarios:

  1. Muy ilustrativo... Y muchas gracias por lo que me toca¡¡¡
    A mí también me encantó conocerte, Emma.

    Félix García

    ResponderEliminar