domingo, 30 de noviembre de 2014

sinpalabras

Me gusta cuando nos cruzamos por la calle y nos damos dos besos, me gusta acompañar a nuestra amiga a que le dejes estupendo su enmarañado cabello, me gusta cuando me regañas por ir desarreglada, me gusta tu mirada con esos ojillos pícaros, tu sonrisa, tu ironía (incluso cuando antes te enfadabas si llegábamos tarde)... me gusta dejarte hacer el corte de pelo que tu quieras (cualquiera te lleva la contraria). 


Me gustas TU, esa sensación de cercanía, esa cosica tan difícil de explicar, tanto como lo es ahora aceptar tu ausencia. Tenemos apegos, sí, y qué? Es que mientras seamos personas pues mola apegarse a quien te despierta cariño.

Hoy hemos ido toda la familia, en pack indivisible... a despedirnos, a estar con los tuyos, a formar parte activa de los que sentimos tu muerte, a  poder abrazar el dolor.

Esta tarde he sabido que una de las mejores personas que conozco es prima tuya, luego, ya en casa, hablando con otra excelente mujer (mi amiga, tu amiga, nuestra amiga) he caído en que es normal que seáis primos porque os une esa esencia especial y cálida de la buena gente. 

Quería ir a llevarte el folleto del nuevo proyecto, quería ir a explicarte cómo iba todo, quería enseñarte una foto de mi biznieto en cuanto nazca, quería seguir escuchándote cuando protestas por la música que ponen "tus niños", quería seguir viendo como tu amigo (mi hijo mayor) y tu sonreís juntos...

Me gusta cuando me dices que me has leído... y ahora qué? Pues que sepas que yo también lloro, jopeta.

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