martes, 21 de octubre de 2014

temporalidad

En la vida, como todos sabemos, todo es temporal, tanto como la propia vida.

Ayer murió el padre de una persona cercana, ya sé que cada día, incluso cada minuto muere gente... y también nace, claro. Cuando acompañas el dolor de alguien que pierde a un ser querido la cosa cambia, deja de ser una muerte anónima. 

(Estoy contigo Carles, te mando un abrazote enorme).

Y ya cuando quien sea que fuere está divinamente y sufre un accidente inverosímil el tema tiene narices... hasta luego que me voy a hacer algo que me gusta... así, sin más... y ya nunca más.

Cada vez vuelve la reflexión, el recordatorio de nuestra fragilidad humana. El pensar y sentir que quizá mañana es tarde.

La temporalidad debe aplicarse incluso para los amores eternos, porque nunca se sabe. Ya ni te cuento para los imposibles, aquellos que cuando una quiere el otro está a la luna de Valencia y cuando él quiera yo puedo estar criando malvas.

Por eso y muchas cosas más sigo adelante y sigo riendo, llorando, sonriendo, pensando, sintiendo, soñando, creando (estoy haciendo una rebequita  para Gorka). 

Porque aprecio, agradezco y valoro estar aquí, a pesar de todo.


Aprovecho para comunicaros que, aunque la presentación será el 14/11/14, "Acompanya'm" empieza su andadura esta semana, concretamente el jueves a las 5 de la tarde. Con mis mejores deseos de que en mucho tiempo ni falta que os haga y con toda nuestra buena voluntad de acompañarnos mutuamente aquellos que estamos en algún momento de proceso de duelo.

Os confieso que esta mañana, en el silencio del caffè latte matutino he "escrito" mentalmente una entrada genial... como he pasado de apuntarla porque sigo siendo pelín ácrata y como el día me ha sorprendido al final salió esto que os acabo de narrar... un batiburri, qué queréis que os diga, pues que hacía mucho que no publicaba nada y tenia mono. 

Que seáis moderadamente rebeldes, que pamplinosos ya hay demasiados.

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