miércoles, 11 de septiembre de 2013

Pareja

Me preguntaba a mi misma por qué me gusta tener pareja, pues es muy fácil: me encanta la sensación de tener una relación especial, ese calorcito en el alma, cogerse de la mano, mirarse a los ojos, sonreír. Sentir que la soledad, esa soledad que llevamos todos puesta, es menos solitaria.

Soy capaz de auto-abastecerme, me desenvuelvo bien en las cosas cotidianas de la vida. (Vamos que llevo muchos años al cargo de mi intendencia). Entonces, para qué necesito una pareja? Necesitar es desear? Es un deseo necesario? Pozi, desde la libertad, deseo una pareja adecuada simplemente para ser un poco más feliz.

Mi vida es bastante aceptable. Me siento afortunada por “tener” personas estupendas como una gran familia, amigas y amigos... si añado una pareja ya será la leshe. Tengo proyectos, inquietudes... (como por ejemplo volver a tener un trabajo remunerado).

Me viene apeteciendo un montón volver a sentir esas cosquillas en el corazón, una pizca de ternura, un aliño picante, rozar... un roce que incluya esa complicidad tan añorada, esa que te hace aparcar el mundo para tomar aire, respirar, sentir. Un regalo para los sentidos, como un recreo para sumar vida.

Y si, también me mola incluir al ser estimado en los eventos, dejar de ser la “sola” re-divorciada de la family y los amigos. Por qué? Pues porque alguien me lo ha recordado (después de 7 años sin) en una relación tan fugaz como vital y me ha confirmado mis sospechas... me gusta tener pareja!! 

Sin sentirme tonta, dependiente, ni mojigata... ir algún rato por la vida con cara de pava y risa floja, jeje.

Qué maravilla después de tanto dolor recuperar algo de ilusión y afirmar en voz alta que quiero ser feliz, que merezco serlo y que mi gente disfrute con mi felicidad y así de paso darles un poco de tregua.

Sin prisa pero sin pausa, me abro de nuevo al amor y confío en encontrarnos.




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