domingo, 24 de abril de 2022

Mona




Lunes de Pascua, las madrinas y los padrinos entregamos la mona (tarta decorada riquisita y/o figura de chocolate) a nuestros ahijados.

Pues ni yo puedo entregarla a mi "fillola" ni mi cuñada puede hacer lo propio con su ahijado. Menuda kk! (Los detalles en otro momento). Sea como fuere son días festivos. La primera vez que pasé este evento aquí, en Cataluña,  una amiga de mi chico no paraba de decir que el peque, mi hijo mayor, necesitaba una mona. Yo alucinaba y pensaba "estos catalanes están locos". Entendí que se iban a comer un mico y encima en el campo!! 

Y también está lo de recoger farigola (tomillo) en semana santa, que se ve que las propiedades curativas mejoran en la santificación. Luego mi jefe/amigo/hermano se hacía sopas con los hierbajos, ya te digo, una locura. Es lo que tiene cambiar de cultura y costumbres, suerte que lo hice en la juventud y me adapté, sin prisa pero sin pausa, incluyendo aprender el idioma hasta el punto de ser bilingüe. 

El caso y la cosa es que en casa adoptamos el termino "mona" incluso para nombrarnos entre nosotros. Ayer vinieron a comer "los monitos" y hoy es el cumple del nieto mono. Felicidades Manu!

Sea como fuere nuestro clan celebramos la Pascua sumando tradiciones, potaje del que hacía mi madre, bacalao del que nos cocinaba mi suegra (la iaia), mona casera a la catalana y torrijas artesanales. Es bien. Aunque sea una bomba calórica,  rebajaremos todo ello dando largas caminatas o haciendo ayuno que también suena muy de penitente.


Penitas aparte mi corazón hoy está con los que se quedan sin mona y con nosotras, las padrinetas frustradas. (Y con los que ya ni tienen padrinos, claro está). Es lo que hay. 

Va por toda la monería del mundo mundial.


No hay comentarios:

Publicar un comentario