miércoles, 27 de abril de 2022

dragones


Ayer fue Sant Jordi, día de libros y rosas, de paseos y reencuentros varios. Momento de añoranza de cuando, años atrás, montábamos la parada libresca 📚 entre amigos, casi en familia. Cuando "el jefe" nos regalaba una rosa 🌹 

Ya se sabe, todo es temporal. Después de este tiempo despersonalizado las cosas vuelven, paso a paso, a las costumbres acostumbradas. Las rutinas y tradiciones nos ayudan a cohesionar, a salir del "divide y vencerás" casi obligado de los últimos tiempos. 

Volver a salir a la calle, sin más, es más.

El tiempo todo lo cambia, para bien y para mal. El caso es que ahora las princesas se vienen salvando solas, e incluso nos hacemos amigas del dragón, cosa que libera mismamente a los presuntos príncipes del mal trago y/o de ir de espadachines a diestro y siniestro. 

Os sorprende ver partidos de futbol femenino, carreras ciclistas de féminas?... Al igual leer una miaja nos abre las entendederas. Cómo lo veis?  Si es que! Que a estas alturas del mundo mundial aún tengamos que reivindicar la humanidad humana manda... Os suena aquello de que somos personas? Pues eso.

Visto lo visto se agradece poder pasear entre lecturas y flores, sin mascarillas, viéndonos las sonrisas, aunque sea esquivando el viento y la lluvia. Deseando mucha suerte a los libreros (especialmente a los "insubmergibles") y a los floristas roseteros. 

(La verdad es que da cosica normalizar cuando están pasando cosas atroces en otras geografías, sean cercanas o lejanas).  Aquí tal vez podamos aplicar lo de agradecer la vida y la fortuna de vivir donde vivimos, sin duda.  

Me encantan las flortis y me gusta leer, los domingos al sol de mi terraza son agradables, hoy trasplantando mi nuevo rosal y estrenando lectura. Es bien.

Nos seguimos leyendo?  






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