lunes, 5 de agosto de 2019

Ups!

Me disponía a transcribir unas notas que apunté el otro día y... me chiva (el chisme este de estadísticas) que ayer algún alguien visitó 49 páginas!! Gracias, seas quien seas 😊 

Bueno, voy a lo que iba, ahí va:

Me gusta el mar con muchas olas, escucharlas, saltarlas jugando, disfrutar. Me gusta el sol que pica. También el frío que quema, el viento que revuelve renovando, la lluvia que limpia, la nieve que ilumina. La playa más suave, la montaña más escarpada... La gente con sangre, la vida!.

Hoy me he regalado un rato libre en lo que más me conecta, la playuki. Pronto, poco calor, menos personal. Y la naturaleza me regala esa chispa extra de oleaje. 


En el coche, mientras venía conduciendo, he cogido (como siempre) un CD al azar. Me ha salido una música que ni recordaba tener, cantaban sobre perder (prefiero dejarte ir y aprender a vivir sin ti 🎶), adioses y esas cosas que llevan los desamores. Pues en lugar de llorar he cantado alto y, al llegar aquí, me he lanzado a zambullirme en el agua. Es bien.

Voy volviendo en mí. Gracias, personas humanas que seguís a mi lado, acompañando mi temporal fragilidad. Estoy sacando fuerzas de flaqueza para volver a empezar, otra vez, (o simplemente seguir) sin más, sin menos.

Me he venido a un (otro) chiringuito a tomar una tónica, sin gin, para seguir disfrutando de la brisa y el sonido sin quemarme. De paso pensaba leer y/o escribir. Mala idea, se empeñan en poner musiquejas y encima se sientan justo al lado (mira que hay sitio) unos cansinos en plan blablabla. 


Ni tan mal,  me quedo con el placer del paseo y el baño 
Ci vediamo, Mediterráneo

(by @muxotepotolobat)






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