sábado, 1 de diciembre de 2018

#cosasdevida

Hoy la entrada va dedicada a ti, Idir. 

Mi blog se llama "cosas de vida" porque era como tú solías acabar nuestras conversaciones, aquellas tan especiales que teníamos en vuestra casa, con tu mujer (mi amiga), saboreando los platos típicos de tu tierra, con ese té tan riquisito que nos preparabas. 

Me sabe mal que últimamente ni nos veíamos ni compartíamos nada. Una pena. Y es que seguimos en las nubes, olvidando que todo es temporal, como si fuéramos inmortales. Me quedo un poco en blanco, supongo que remuevo mis duelos, pienso en ti, en nuestras personas comunes, y se me hace un nudo en el pecho. 

Porque por mucho que nos desapeguemos la separación definitiva duele. Eso de saber a ciencia cierta que nunca más, ni un minuto más, en este plano que llamamos tierra... Uff!! Como que jode una miaja. Siento aquel regusto agridulce, recordando lo vivido y lo por vivir. 

Menuda temporada de muertez!! Pues eso, lo de siempre, que los te quiero y las flores aquí y ahora, porfi. Vayamos a lo importante que para lo superfluo ya llegamos tarde: Un abrazo grande a todos tus seres queridos. 

Como bien me recuerda mi duende, vamos a sentirnos vivos con lo que hacemos y dejar de comernos la cabeza o rallarnos por chorradas. Es bien lo y los que nos hacen cosquillas en el alma. El resto a tomar por saco.

Que tengas un buen viaje, amigo
(encantada de haberte conocido)

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