Os pasa alguna vez que os sentís invisibles? Pues a mi si, hoy, sin ir más lejos. Es algo temporal, lo sé, pero me vulnera y se filtra mi fragilidad.
La última semana he hecho un curso sobre pérdidas emocionales que, casualmente, ha coincidido con aniversarios de muerte y de nacimientos de personas cercanas e importantes para mí. Osea, removida total. Al menos ahora he aprendido a permitirme tiempo para digerir, a mi ritmo, con el mínimo de interferencias.
Osea que estoy como el clima, de lluvia intensa a sol brillante en medio minuto. Aunque predominan las nubes. Esta tarde buscaba el arco iris pero desde mi ventana me ha sido imposible divisarlo. Es igual, lo llevo puesto en las entretelas, ya sabéis, como en el famoso poema de Benedetti.
Mi fortaleza reside en la asertividad y en las ganas, a pesar de todo, de sentirme viva. Y vivir. La alta sensibilidad en el fondo es poco práctica, pero es lo que hay. La preparación para llegar a ser adulta, aunque nos aseguren que todos tenemos las mismas posibilidades, en realidad es una teoría, mu bonica y eso pero bastante incierta.
Los aprendizajes curriculares son importantes, mucho. La educación en el más amplio sentido, también.
Pero qué pasa con las vivencias?. Los rebeldes que nos salimos de lo convencional nos buscamos pasarlo peor?. O ser ninguneados por nuestras diferencias?. Venga ya!.
Ay, bueno, vale, me abrigo y saco a Poma a dar un garbeo por la tierra mojada. Mañana mismamente me siento una miaja más mejor. Quizá para ser vista debo mirarme yo y revisar esas carencias antiguas, esos momentos en los que lo más recóndito pide paso. Es bien?.
"Reclamo mi derecho a equivocarme... sin error no puedo superarme".
(Marc Volpini, Zien Años)
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