Os agradezco a todas y cada una de las personas que me habéis hecho, me hacéis y/o me haréis de reflejo. A veces nos cuesta ver cosas nuestras, mayormente las chungas.
El caso y la cosa es que la primera vez que supe de "la ley del espejo" me quedé un poco a cuadros. Me muevo pelín lenta, pero cuando algo me resuena lo integro.
Pues bien, últimamente estoy aplicando a la vida diaria varios conceptos/teorías de las que voy aprendiendo. Y oye, cuando ves que sí, que ahí están y que son factibles de utilizar, pues es bien, incluso muy bien.
Interesante manera de conocerme más profundamente (y de paso a vosotros con lo que me mostráis). A algunos os sonará a chino, nunca mejor dicho porque el autor del libro es japonés (que es mismamente difícil).
Bueno, pues como os iba diciendo, me pongo a escuchar atentamente un vídeo explicativo de la hipótesis, así como consejos de aplicación del tema. Jopeta, parece que lo entiendo, voy pensando en qué persona escoger de la lista para aplicarlo y... Uff!!
Pincho en hueso, se me revuelven las emociones, oigo a la narradora recomendando elegir a aquel/lla con quien me cueste "hacer las paces", a ser posible muy mucho, para empezar a hacer los deberes... Os pasa que pensáis que sois buenos y al recordar algo o alguien jodido se os pasa la bondad de golpe?... A mi sí, vaya por dios!
Me digo a mi misma: ánimo que vas por buen camino, que eres buena gente, que vas madurando, que ya eres más hábil y fuerte. Y me siento chiquitita, con esa cosica que remueve las entrañas, aquella sensación de inquietud que cuestiona mis creencias.
Una vocecita interna susurra recordándome que:
lo más importante de la vida es vivir... (Gracias)
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