A veces, como esta misma tarde, en el momento más tranquilo aparece la tristeza infinita. El cansancio acumulado y el estrés ayudan bastante a ello.
Ha sido un buen día, he comido con hijos, nieto, bisnieto... bien! Aunque ya empezó rarito, cuando yo me levanto a las 10 de la mañana es síntoma chungo de agotamiento. Aún así, calma y a disfrutar de la comida familiar, encima hoy de invitada.
A media tarde, conversando (por whats) con una persona muy querida, viendo fotos de su bebita, contándonos nuestros momentos vitales... una lágrima suave se ha escapado de su escondrijo y ha ido llamando a sus compis: eh, aprovechad que ésta está despistada y nos deja salir!! Con facilidad han ido liberándose, casi sin hacer ruido.
Es curioso, os habéis dado cuenta cómo la ternura puede ayudarnos a liberar tensiones? Rompe nuestra coraza y contacta con esa parte más limpia que archivamos, tan protegida que a veces se nos olvida sacarla.
Total, que me ha venido a la cabeza la canción "día tonto" de Pastora, sabéis cual es?: "Hoy tengo un día de esos majaderos, que me cae mal to el mundo y que lloro porque quiero, que el desorden me acompaña, que el descuido me amenaza...".
Pues así mismamente me encuentro. En estos casos lo único que se puede hacer es permitir que salga la fatiga, dejando que las lágrimas guardadas salgan y limpien... llorar, llorar, llorar!.
Y al final qué es la vida? Pienso, luego existo? Siento, sin pensar? Pienso qué siento? Siento lo que pienso? Aahhh!!
Mañana será otro día y volveré a funcionar como persona en proceso de cambio
(al menos eso espero y deseo).
(al menos eso espero y deseo).
Ahora mismo pijama, infusión y atontamiento televisivo.
Besazo. No, miles.
ResponderEliminarMil gracias... y un besazo
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