Hace una semana asistí a una charla "des de l'amor a la mort" (desde el amor a la muerte). La asesora emocional que impartía la sesión me dijo que iba a tener fiebre y que me cuidara... Bingo! Resulta que acertó, casi nunca me ocurre pero después de llevar días con décimas anoche subió mi temperatura corporal hasta el punto de comprender que necesito desconectar una miaja.
Todo y todos podéis esperar. Llevo un par de meses un poco de locos, con muchos acontecimientos desbordantes, algunos estupendos, otros ni os cuento. Con mucha presión y poco descanso. Ayer era el cumple de mi hermano, 60 añacos! Por circunstancias ajenas a mi voluntad ni siquiera pude felicitarle en directo. Ello y una reunión extremadamente importante programada para esta tarde hicieron que mi mente estallara, mis emociones se descuajaringasen y mi cuerpo enfermase.
De forma que me subo un ratito a... mi cuarto! y que el mundo siga a su bola, al fin y al cabo nadie es imprescindible. Como bien me ha dicho hoy una de mis mejores amigas una cosa es estar con enfermedad y otra muy distinta ser una enferma. Osea que estoy estupenda. Me permito cuidarme para recuperarme y seguir adelante con mi vida y mis proyectos.
Hace tiempo unos buenísimos amigos me regalaron un libro precioso "Lo que el corazón me dijo". Os copio la página que he abierto al azar:
Sé dulcemente fuerte.
Adáptate y cambia,
busca lo bueno de todo,
sé flexible como un junco,
y no te importe lo que por fuera
parezca tu fuerza.
(Magdalena Lasala)
Hoy me viene como anillo al dedo. Para buscar lo bueno de todo necesito calma y alejarme una miaja del bullicio y la crispación. Recuperar flexibilidad y pasar de demostrar fuerza. Es lo que hay, tranquilidad y buenos alimentos.
En el caminito nos encontraremos, es lo que tiene ser como soy. Algunos dicen que soy una pesadilla y otros hasta os alegráis de conocerme. Y ya me voy a ir callando que a veces la fiebre me hace delirar.
Que tengáis todas y todos un buen día, hasta luego cocodrilo.
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