viernes, 3 de abril de 2020

#YoMeQuedoEnCasa

Hola, cómo vamos llevando el confinamiento?. 

Qué curiosa es la vida, verdad?. De pronto nos para, así, de golpe y porrazo, a todos a la vez. Aunque cada país sigue sus propios protocolos... El caso y la cosa es que la pandemia es mundial! Uff (servirá para algo?). 


Acabo de salir al balcón a aplaudir a nuestros ángeles terrenales, los que velan por nuestra salud, cantidad de seres humanos a los que respetamos y agradecemos que sean y estén. Mucho. 
Me gusta vivir y compartir ese momento diario. De paso voy conociendo a los vecinos de enfrente, parecéis majetes (encantada). Gracias también por la música.

Yo sigo currando, como muchos ciudadanos. Mi humilde trabajo se considera "servicio esencial" por atender/asistir a una persona mayor (especialmente vulnerable). Os confieso que tengo momentos de todo, dudas, responsabilidad, inquietud.  Me planteo el día a día y lo de "lo vamos viendo". Me da cosica salir, pero voy con guantes, mascarilla y toda la pesca. 

La lluvia ayuda a quedarse en casa, sin duda, aunque echo de menos el sol, ese que hace que el cielo brille. Ahora también brilla... por su ausencia!. Quiero pensar que detrás de las nubes sigue habiendo aquello enorme y azul. Confiaremos en ello, igual que confiamos en que la confinación nos devuelva la confianza. Conciencia, extremar las medidas recomendadas y respirar profundo.

Menudo lío, momento histórico, sin duda, en el que algunos aprovechan para repartir histrionismo a diestro y siniestro. Todos tienen consejos, aunque algunos sean aquello de "consejos vendo... ". Pero vamos, que yo me niego a entrar en pánico. (Sin flower powerez ni catastrofismo). 

Otra historieta es lo mal acostumbrados que estamos a tener todo al alcance de la mano (a veces tb del bolsillo). Ahora da igual que se te caiga un empaste, se te rompan los zapatos o necesites un par de pantalones. Ni unas simples calzorras podemos comprar. Ya ni hablemos de dar un sencillo paseo por la playa o el campo. Puta vida. 

Ni me apetece leer, ni escribir, ni filosofar. Sabéis qué hago? Punto de cruz, así, sin más (y sin menos). He recuperado una labor que tenía abandonada hace años y es como una forma bonita de desconectar y recuperar calma. Bueno, también coloreo mandalas. (Y las tareas domésticas, claro).

Aún así, hoy por hoy, me sigo sintiendo afortunada. Es bien?.
(Desde aquí un abrazo inmenso a todos los/as afectados/as por el covid-19)





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