Yo, hace años, decía Feliz Navidad en cualquier momento del año, a modo buen deseo e incluso para "quitar hierro" a conversaciones. Estas fechas siguen siendo de debate y controversia, entre quienes nos gustan y los que las odiáis. Es fácil entrar en lo del consumismo, la falsedad...
Las personas que se mueven en formato superficial y materialista en realidad lo vienen haciendo todo el año, tal vez estos días se nota más, pero sigue siendo más de lo mismo. Para mí el "tanto tienes tanto vales" nunca ha sido santo de mi devoción.
Si pretendemos que la magia navideña arregle todos los desaguisados personales e intransferibles simplemente poniendo unas lucecitas pues igual es pedirle peras al olmo, pero si aprovechamos para hacer reencuentros familiares y amicales... pues es bien.
Las personas que se mueven en formato superficial y materialista en realidad lo vienen haciendo todo el año, tal vez estos días se nota más, pero sigue siendo más de lo mismo. Para mí el "tanto tienes tanto vales" nunca ha sido santo de mi devoción.
Si pretendemos que la magia navideña arregle todos los desaguisados personales e intransferibles simplemente poniendo unas lucecitas pues igual es pedirle peras al olmo, pero si aprovechamos para hacer reencuentros familiares y amicales... pues es bien.
De paso podemos sacar esas buenos deseos que duermen en los rincones hasta que los despierta el turrón, porque a nadie le amarga un dulce, y brindar con cava (a los que nos gusta) por nosotros y por los que echamos de menos. Hay quien habla de programación de unidad y felicidad, sí, bueno, es posible, y qué?.
Es obvio que los encuentros se pueden hacer en cualquier momento, incluso es recomendable, pero caray, es que los belenes, arbolitos y las pelis tiernas/ñoñas sólo molan a final de temporada, antes de hacer recuento y nuevos propósitos para volver a empezar. Sea como fuere lo importante es respetar-nos.
A los que estamos (temporalmente) más en precario al igual nos jode una miaja, (mismamente como cuando pasan a la vez todos los recibos de suministros). Pero es genial recordar que si todos colaboramos es muchomásmejor, entonces cada uno aporta lo que puede con el resultado final de valorar y disfrutar el evento, sin más, sin menos.
Mi padre me mostró que lo que molaba era estar juntos, ya que estábamos muy lejos entre nosotros. Él lo vivía y nos lo hacía vivir como un regalo. Poner una mesa bonita, adornar la casa, tener buenas viandas y algún detalle para cada uno es una forma de mostrar amor y delicadeza porque nos lo merecemos. Recuerdo con especial cariño cuando aparecía Papa Noël, gracias papi por transmitirme esa esencia tan esencial.
Sea como fuere os deseo Feliz Vida, incluso en Navidad!