jueves, 5 de noviembre de 2015

37

Buenos días Xavi,

Según nacías me durmieron, contra mi voluntad, cosas de una época muy bárbara (hace 37 años). Mi deseo intenso de verte, acariciarte, sentirte... es decir salir cuanto antes de la brutal e innecesaria anestesia, produjo una extraña reacción química en mi organismo dejándome KO. Una semana después aún andaba por casa como una zombie

Pues así mismo me siento hoy. Feliz, triste, llorando de alegría e impotencia. Con ganas inmensas de abrir los ojos para ver los tuyos, cosa que curiosamente ocurre cuando miro en mi interior. Porque ahí estás tu, el trozo que me corresponde como madre. 

Eres tan grande que sé que estás en muchos corazones, con ese brillo de luz especial que has tenido siempre, ello me conmueve.

Tener el honor de gestaros y pariros, a todos y cada uno de mis hijos, es y sigue siendo un gran regalo de Vida. Gracias por elegirme como madre.

No temo a la muerte porque tampoco temo a la vida. Tu hermana pregunta si nos vamos a morir, mi respuesta siempre es SI. Sin prisa y a ser posible con pausa. 

La mentira de querer morirme para reunirme con vosotros, mis muertos favoritos, la superé en abril de 2013, en aquel quirófano en el que me desangraba. Recuperando fuerza y ganas de disfrutar de mis vivos preferidos, recordándote con nuestra gran sonrisa.  

Es obvio que estamos juntos compartiendo esencia, la mía, la vuestra, la nuestra. Vosotros allí, nosotros aquí, yo... ampliando espacio en mi sentir.



 Xavi, hoy también te quiero



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