Sigo en lo de mi cuarto (tengo para rato) y he encontrado la libreta en la que empecé a escribir hace infinitos lunes... uff.
Hoy estoy ko. Tengo esa mezcla agridulce tirando a empalagosa, aderezada con la dichosa alergia al polvo y un incipiente dolor de cervicales... es decir que estoy hecha una piltrafilla.
Es curioso como nos remueven las buenas noticias, incluso las muy buenas... ayer conocí a la actual compañera de uno de mis churumbeles, parece maja (me recordó a mi prima Titina)... Una buena amiga me mandó una foto de su recién nacido (gràcies fada dolça) y supe también que el año que viene habrá otro bebé en la familia... es decir que ahora mismo tenemos tres mozuelas cercanas embarazadas. Genial!!.
Y yo aquí, desubicada, añorando, algo así como que ahora mismo, sin ir más lejos, estoy echando tanto de menos a Xavi como hacía tiempo, casi como al principio de este final absurdo e impuesto.
Y me pregunto, me vuelvo a preguntar... preguntas sin respuesta. Estoy tan chof que ni ganicas de llorar tengo... daría lo que fuera por un abrazo de esos de oso que me devuelva al estado de "todo va a salir bien", aunque sea una mentirijilla de andar por casa.
Ei, tranquilidad que yo en cualquier momento resurjo y me pongo las pilas, es sólo que cuando la cosa esta chunga pos también os lo cuento, que pa eso estáis ahí, queridos lectores.
Ya se sabe, la luz necesita a la oscuridad, el día a la noche, el sol a la luna, el negro al blanco y yo... al arco iris porque estoy gris.
De mayor quiero ser feliz, y vosotros?