Intentar enhebrar una aguja pequeña teniendo vista cansada... es complicado. Limpio las gafas, me acerco a la ventana, nada. Tengo paciencia, sigo con el intento... cojo una aguja un poquito más grande y... a coser!
Mientras tanto voy pensando en cosas de vida, me pregunto si en realidad todo es cuestión de paciencia, maña, concentración o si casi siempre es mejor cambiar algún elemento mejorable para facilitar.
También me ha venido a la cabeza la frase de "dar puntadas sin hilo", algo así como que ya que te pones ponle el hilo a la aguja y que las puntadas sirvan para algo. Claro que coser por coser se puede desde zurcir hasta bordar. Desde remendar algo muy gastado hasta crear algo completamente nuevo. Hilvanar o incluso hacer vainica doble.
Y qué decir del famoso corte y confección, eso ya es un mundo aparte, para personas expertas. Lo mio va desde coser descosidos hasta el punto de cruz, todo muy sencillo, de andar por casa.
En el cole siempre me castigaban por mi falta de entusiasmo ante "las labores del hogar", mientras las alumnas más eficientes realizaban mantelerías yo... hacia un "tu y yo", tan ricamente. Es curioso que siendo una marujona me entusiasmen tan poquito las tareas domésticas.
Ahora que estoy sin trabajo, de ese de cotizar, tener horario y nómina, de ese del que carecemos muchos ciudadanos de a pie. Pues oye, que sigue sin llenarme ni una miaja lo del fregoteo, tal vez deba dedicarme a coser y cantar.
De momento me ha dado por escribir y en ello estoy, enhebrando palabras, con puntadas con hilos, a veces brillantes, otras veces deshilachados y alguna vez descoloridos... combinar los colores y los tejidos, utilizando las agujas apropiadas y luego ya vamos viendo si aprendemos de una vez a hacer patchwork (asignatura pendiente).
Mientras haya alguna persona a la que le apetezca leerme... es cuestión de ponerme las gafas "del serca" y buscar buena luz... para poder hilar frases legibles.
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