sábado, 5 de noviembre de 2022

44

💙💙💙 

Me preguntan si he conseguido sobreponerme y ser feliz. Qué les digo, Xavi?

Cómo se aprende a seguir cumpliendo años y vida sin que tú sigas en ella/ello? Pues paso a paso, son sus más y sus menos, con las alegrías que nos siguen llegando y con la añoranza visceral de un abrazo, una mirada, una de tus sonrisas eternas.

Respirando profundamente o teniendo taquicardia, con subidones y/o reguleramente, con una miaja de vértigo y con fuerza, mucha, tanta que a veces me sorprendo a mi misma. De vez en cuando mis ojos lloriquean, a su aire, y me recuerdan que también se vale llorar, sin instalarse en la lágrima pero permitiendo que brote, espontánea, natural.

Recuerdo el día de hoy, hace 44 años, cuando tuviste a bien nacer. Tenías prisa por llegar a nuestras vidas, tanta que casi nos pillas "en bragas". Alegre, inquieto, vital, llorón, con esa luz especial, larguirucho, rubiales... me mirabas y me deshacías (tanto como cuando era imposible dormir). Es bien, incluso muy bien.

Lo volvería a hacer, una y mil veces, porque ser tu madre es una de las mejores cosas que he vivido. Aunque ahora se me vuelva a hacer un nudo en la garganta,  se me nuble la vista y ni sepa si salir corriendo o andar de puntillas. 

Te llevo una flor al pabellón? (hecho). Te planto una florti en el bosque? (también). Hago macarrones con mucho queso? (pendiente). Saco a Pepe al balcón para evitar tu alergia? (era bromita). Te hago un pastel?... 

Suerte tenemos, ambos, de tus hermanos (mis otros hijucos), tus sobris (jiji) y tu sobrino-nieto, ese que sin haber coincidido en el planeta tierra habla de ti con toda naturalidad... 

Pues si,  como te iba diciendo, forman parte importante de mi fortaleza (y mis debilidades). De nuestros recuerdos y vivencias, de esas cositas que nos llenan los sentidos. Sí, también os incluyo, por supuesto, al resto de family y a las personas amigas, las de verdad de la buena. Cómo sino podría seguir poniéndome tiritas al alma escorromoñá

Xavi, hoy también te quiero.

(Abuelo Manolo, dale los estirones de orejas correspondientes, porfi).




miércoles, 2 de noviembre de 2022

Azul



Se dejaba llevar... 

Hoy me viene a la mente esta canción. Nos dejamos llevar?. La pregunta es si dejarse llevar se refiere a dar libertad a nuestros instintos o contenerlos para conseguir la aprobación externa, asignatura pendiente que arrastramos casi toda la vida. 

Dejarnos llevar desde la parte visceral, esa que sale de las entrañas, cuando y como nos salga de los adentros. La cual cosa puede resultar cuanti menos atípica (e incluso antisocial). 

O actuar de forma políticamente correcta para integrarnos en un colectivo. Sea este familiar, amical, laboral, vecinal, de ocio... Aquella necesidad ancestral de sentir que pertenecemos, que cuentan con nosotros, que nos aceptan en el clan. A veces es mejor?

Sea como fuere, una vez más, lo ideal está en combinar ambas cosas, de la manera menos inquietante posible. Sin perder personalidad, relativizando el melodrama, desde la empatía y el respeto. 

A mi me gusta mantener mi esencia y también sentir que formo parte. Me encanta integrarme, sin quitar el sitio a nadie, ocupando el mío. Aprendizaje de vida constante, observación amable del entorno.

Sé estar sola, conmigo misma, en silencio o con ruido, en armonía y/o en estado jamacuco. Soy un ser social y también me mola compartir con personas humanas. Es una miaja como el ying y el yang. Es algo así como celebrar la castanyada/Halloween utilizando a la brujilla como mediadora.

Toda esta parrafada viene a cuento de mi última experiencia laboral, a la que acudí con poca motivación y de la cual marcho casi con ganas de volver. Gracias compis. Es aprender muchas cosas en poco tiempo y para poco tiempo, recordando la temporalidad de la propia vida y mi capacidad de adaptación. 

Es bien? 

Sea como fuere ahora toca adaptarme al otoño, con su congestión nasal pertinente, con su cambio de hora aburrido y tirando de la manta y el caldito casero.

Nos vemos, nos leemos (eso si alguno me escribís algo).