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"Hacemos el balance de lo bueno y malo... (14/07/2020)"
Volviendo al cómputo anual da un poco de vértigo, ha sido una vuelta al sol llena de acontecimientos. Incluida la pandemia/confinamiento mundial. Muchos cambios, algunos incluso para bien, otros reguleros (varios bastante jodidos).
Estos días pienso mucho en la temporalidad y en cómo de relativo es el invento del tiempo.
Estos días pienso mucho en la temporalidad y en cómo de relativo es el invento del tiempo.
Este verano, por ejemplo, ya casi está acabando y sólo he ido un par de días a la playa (apenas uno a piscina). Es lo que hay. Alguna birra/vermut esporádicos, poco más (y seguir currando).
La vida, ya se sabe, a veces es una miaja desaborida. Se trata de recordar que seguimos vivos y mantenernos a la espera, sin desesperar. De mientras siempre podemos "ir haciendo", algo así como el dímelo hilando. Respetando la siesta, of course.
Disfrutando también de las magnificas puestas de sol, por ejemplo esta que captamos durante un dominguero paseo por el puerto madre/hija.
De momento he abierto la caja (y bolsas adyacentes) de mi rincón de labores... tenía como diez o doce sin terminar! Ahora dedico un rato cada tarde a acabar lo empezado, me gusta. Primero me enfadé conmigo misma, en plan auto-reproche, ahora me encanta ver cómo va quedando todo.
Me sigue gustando el verano, aunque sude a mares. Incluso éste que viene siendo un poco de secano. Pero sí, ande estén unas sandalias y ropa fresquita, dormir con la ventana abierta, días largos llenos de luz, ese placer de una bebida bien fría... vaya que hasta he recuperado los polos de limón!.
El caso y la cosa es que el invierno sigue siendo más largo que la época estival, si bien en teoría duran lo mismo. Osea que, aunque éste estío sea de andar por casa, como dice mi buen amigo Jordi... a disfrutarlo!.