lunes, 18 de junio de 2018

verde

Como llevo ya casi cinco años escribiendo en mi blog (232 entradas) me despisto y al igual repito temas... si es así por algo será.

Hoy me apetece "hablaros" sobre el verde. Si, ese color tan especial, que evito para la ropa y la decoración hogareña, y que admiro cada vez más en su estado natural, osea en la naturaleza. 

Volvía yo el otro día de mi retiro mensual en la montaña y me inundaba el verdor del entorno, del paisaje, el cambio del blanco invernal a la lozanía tras tanta lluvia. Precioso, alegre, esperanzador, vital, apaciguador. 

Como el paseo por el campo cruzando el rio. 
Aunque ahora mismo resuena en mí la canción de nuestros amigos Delafé "verde es la flor antes de tornarse color". Porque hay cosas que las llevamos siempre puestas. En el camino de vuelta la escuchaba... Entonces la grandeza de esos pasos entre montañas, al lado de pantanos rebosantes de aguas verdes, me devolvieron a mi tamaño real. Ni enorme ni minúscula. 

Ya sabéis que soy una persona afortunada, a pesar de todo, porque soy muy rica en material humano (siii, tb xq vengo en formato XL 😉). Estoy rodeada de personas estupendas, algunas en procesos chungos, otras más liberadas, pero con una calidad digna de admirar.

Comparto camino vital con seres muy diversos, observo, contrasto, escucho, dialogo, aprendo, coincido, discrepo.  

La semana pasada, en la clase de crecimiento, la "profe" nos leyó un texto y cada una tenía que escribir tres palabras y desarrollar su elección. Eramos 11 mujeres, cada cual interpretó la lectura de una forma diferente! Es bien. Ponerlo en común nos enriquece, al tiempo que nos recuerda eso, que es importante entender la perspectiva. Cada uno procesamos como sabemos y podemos.

Qué tiene que ver esto con el verde? Pues ni idea, empiezo a escribir con una imagen y la vida me cambia el color.
Hoy me mola el arco-iris, ese de la sonrisa del poema de Mario Benedetti





No hay comentarios:

Publicar un comentario